lunes, 6 de junio de 2011

GRACIAS RAFAEL NADAL...

Nací en Avila, en febrero de 1975. En ese momento era el primer hijo de una familia de clase media y para mis padres, Jorge y Tina,  el primer hijo varón, un bebé regordete, con mofletes, llorando cada poco y sin duda el más guapo del mundo para mamá Tina, obviamente la alegría de mi familia en ese frío febrero... Hubo que esperar 11 años hasta que doña Ana Parera alumbrase lo que ella pensaba que era "sólamente" un hijo varón. Un bebé, probableme regordete, con mofletes, llorando cada poco, el más guapo del mundo, pensaría mamá Ana,  y la alegría de la familia aquel 3 de Junio de 1986...
Si miro atrás y trato de recordar qué hacía yo en 1986, con total seguridad caería en la imprecisión, buscando y esforzándome en recordar pienso que con 11 años cursaría 5º de EGB, no lo recuerdo bien, habría suspendido un par de ellas y me espararía un verano de clases particulares en las típicas vacaciones en Alicante. A nivel social sí recuerdo que es el año en que España entra en la CEE, hoy la Unión Europea, que falleció el entrañable y queridísimo Enrique Tierno Galván, y que Maradona hizo la "jugada de todos los tiempos" en ese memorable mundial de México...
Me cuesta recordar lo que yo hacía o vivía en esa y cualquier otra época de mi vida, y sin embargo, puedo precisar sin duda razonable dónde estaba, qué hacía o cómo seguía cada partido importante de la carrera de Rafael Nadal Parera...  Recuerdo el viaje en coche de Valladolid a Alicante, con mi hermano Jorge, escuchando exasperado e inquieto los pocos minutos de radio que la SER dedicaba a informar de tenis, miestras Rafa daba su primera gran exhibición de empuje al vencer al "mago" Coria en la final del Masters de  Montecarlo 2005, cuando el 5º set lo empezó perdiendo por 3-0... y lo terminó tumbado en la tierra del Principado que le ha visto empequeñecer leyendas al son del himno nacional,  y cuya melodía se escucha desde entonces, cada año sin excepción, en honor del campeón español... Recuerdo estar en el sofá de casa, con mi hermanita pequeña, que no ve deportes, mordiéndonos las uñas y sufriendo cuando se te escapaba el primer set de Roland Garros de ese mismo año; levantarme como poseso y acompañar tu grito famoso "vamooooooos",  que silenció a la atónita y entonces aún respetuosa pista central de París; que veía como un crío de 18 años levantaba la ansiada y maravillosa copa de los mosqueteros...lloraste y nos hiciste llorar a muchos... y después vino otra vez París, y de nuevo París... y por fín Wimblendon... Qué grande, qué partido, qué corazón, qué cabeza... y la copa de oro de Wimbledon... y los Juegos Olímpicos donde la semifinal fue la final, pero en la final volviste a ser el más grande... Y Australia... La final memorable, de 4 horas y 21 minutos... lo vimos mi amigo Rafa y yo en su casa... ¡¡pero es que venías del partido más largo de la historia del Open de Australia!!... 5 y 14 minutos del mejor tenis que he visto en mi vida contra un formidable Fernando Verdasco... y la final, aquella mañana en que empecé viendo sólo el primer set porque me daba tiempo y me escaqueé del trabajo porque no me pude desenganchar del partido... sí, esa final del desconsolado Roger Federer que no daba crédito a lo que acababa de suceder. Y llegó el que faltaba... el open USA... me las ví muy muy mal para poder seguir el partido, que se interrumpió por la lluvia y que acabaste casi a las 5 de la madrugada en España...para completar el Grand Slam... Y la Copa Davis... Aquel Diciembre de 2004, Oscar y yo fuimos 2 de los afortunados que pudimos estar, sentir, sufrir y rugir en el Estadio de la Cartuja para ver tu eclosión a nivel mundial en aquel partidazo memorable contra Roddick... quizá ahí empezó todo... Y así podría seguir horas y horas, recordando cientos de los miles de puntos imposibles que has ganado, passings imposibles, derechas invertidas, cruzadas... miradas de incredulidad de Agassi, de Federer, de Djokovic... y miradas de felicidad de millones de españoles... Gracias, gracias, gracias y mil gracias... por darnos un poquito, mucho en algunos casos, de FELICIDAD... Gracias RAFAEL NADAL y viva la madre que te... ¡¡¡viva doña Ana Parera!!!...

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